Me gustaría escribir con mayor frecuencia de lo que lo hago, pero escribo lo que quiero y cuando puedo; puesto, aunque algunos no lo crean, algunos cargos de confianza trabajamos y bastante.
Valga esto de justificación, ante algunos comentarios que me han realizado compañeros que siguen mi blog, a los que agradezco que me lean, y que esperan más de mis reflexiones o análisis y menos musiquita; pero como aquí como el que manda soy yo, permítanme esta licencia de hacer, por lo menos en mi blog, lo que me pide el cuerpo o mejor dicho mi alma.
Y dicho esto, quiero que esta entrada vaya en recuerdo del Movimiento Asociativo 14 de Abril, que el pasado miércoles vio su final.
Quienes me lean, y no sepa nada del 14 de abril, que no se preocupen, pueden seguir viviendo despreocupados. Quienes lo conozcan podrán tener su opinión de lo que es, o mejor dicho de lo que fue; podrá ser acertada y lo más seguro que desafortunada; es lo que tiene el 14 de abril, que ha dado mucho que hablar en la izquierda de este municipio.
Uno está acostumbrado a crear; por mi trabajo en Participación Ciudadana, ayudo y asesoro a los vecinos a constituirse en asociación; un proceso en el que un grupo de personas deciden dar un paso de formalidad y crean una entidad para realizar actividades y alcanzar con ellos unos fines sociales, que lleva ligado inexorablemente los intereses particulares de sus miembros.
Ahora me toca destruir, destruir no sería la palabra correcta, porque le mataron otros; ya estaba muerto, solo me toca enterrarlo, o liquidarlo, como formalmente se dice; pero se llame como se llame, me toca hacer algo que no se me había pasado por la cabeza hacer nunca.
Al mismo tiempo, me siento orgulloso en participar en su entierro, me ofrecí a formar parte del cortejo, de los tres quienes vamos a portar un ataúd que lleva a una gran personalidad, que vamos a cavar una sepultura y le vamos enterrar legalmente y oficiosamente.
La mayoría de las asociaciones desaparecen, no son liquidadas, no son enterradas formalmente; quedan olvidadas en los registro y en los archivos; algunas de ellas reaparecen como de la nada, salen de la oscuridad y se muestran activas; son la llamadas oportunistas (puede que algunas de esas aparezcan, estamos en víspera).
El Movimiento Asociativo 14 de Abril ha demostrado mientras vivía (8 años ha durado la criatura) que era "legal", que tenía una moralidad que superaba en demasía a algunos de sus socios, por no decir de sus fundadores. Ha actuado como debía y empezó a enfermar cuando dejó de ser consecuente entre lo que pensaba y como actuaba. Pero ha muerto como vivió, con la formalidad que le destacaba, ha muerto para ser liquidado y no volver a reaparecer.
El 14 de abril pretendió ser un referente de la izquierda de Getafe, no seguía mandatos de ningún partido político y estaba abierto a toda la gente progresista, fueran militantes o no de los partidos de izquierda local. Quiso marcar diferencia de la izquierda del ladrillo, y ser la izquierda de lo social, un lugar de reflexión y acción sobre temas sociales.
Sin lugar a duda, desde fuera se le dio más importancia o trascendencia de la que tenía; y eso fue utilizado para que algunos y algunas se aprovecharan de él en su ascenso político.
El 14 de abril ha muerto, pero sus ideales de izquierda social, de trabajo en red, de libertad del pensamiento como motor del progreso, entre otros ideales, no han muerto, sino que siguen germinando en muchos de los corazones de los que pusimos muchas horas e ilusión en esta asociación.
Lo enterraremos como se merece; con la certeza de que su ideario y memoria perdurará en muchos de nosotros.
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