En mi lugar de trabajo tengo un tablón donde suelo colocar recorte de viñetas humorísticas que me resultan interesantes, especialmente inteligentes y divertidas.
Hara unas semanas, observé que había algo raro en el tablón, que faltaba algo.... y claro que faltaba... me habían quitado una viñeta. Lógicamente me quede atónito, no tanto por la perdida, sino porque hubiese alguien que se atreviera a quitar una viñeta de un tablón que estaba detrás de mi mesa de trabajo.
Después de la sorpresa, me puse a buscarla por la web, para reponer la perdida; y al final la he encontrado. Como la viñeta es muy buena, y para evitar nuevas sustraciones, he pensado compartirla, para el disfrute y reflexión de todos los que me leeis.
Hara unas semanas, observé que había algo raro en el tablón, que faltaba algo.... y claro que faltaba... me habían quitado una viñeta. Lógicamente me quede atónito, no tanto por la perdida, sino porque hubiese alguien que se atreviera a quitar una viñeta de un tablón que estaba detrás de mi mesa de trabajo.
Después de la sorpresa, me puse a buscarla por la web, para reponer la perdida; y al final la he encontrado. Como la viñeta es muy buena, y para evitar nuevas sustraciones, he pensado compartirla, para el disfrute y reflexión de todos los que me leeis.
PÚBLICO - 4 DE OCTUBRE DE 2009
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