Praga

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martes, 30 de marzo de 2010

Capitulo I, ¿cada vez hay más idiotas?

Cuando leo artículos sobre análisis políticos o simplemente noticias sobre política, me llama la atención una serie de palabras que se están poniendo de moda por parte de los medios de comunicación.

Una de ellas es 'desafección', y se usa cuando se habla de la relación de los ciudadanos con sus representantes políticos. Por ejemplo, cuando según las encuestas o según unos resultados determinados, la abstención es importante, entonces los periodistas lo etiqueta como "desafección política".

Como me habían enseñado mis profesores del Miguel Hernández, si tienes una duda sobre una palabra, mírala en el diccionario; así hice, y su significado es mala voluntad. Entonces con ese significado, entiendo que con la abstención los ciudadanos muestran su mala voluntad hacia la política, que de forma resumida vendría a significar su posicionamiento como enemistad o enemiga de la política.

La otra palabra de moda que resulta parecida, pero que no tiene una relación de significado con la anterior, es 'desafectado'. Con este adjetivo se califica al elector que ha abandonado una corriente o una intención de voto consolidada.

Con que bonitas palabras se es capaz de cubrir otra, que es más antigua y cuyo significado en nuestro diccionario ya no es lo que significaba en griego, pero que se puede usar en la actualidad, con la misma vigencia que en las polis griegas. Me refiero a la palabra IDIOTA e IDIOTEZ.

En las polis griegas, se adjetivaba como idiota a aquella persona que se despreocupaba de los asuntos públicos de la comunidad, pero con un significado de egoísmo, al anteponer sus interés privados sobre los públicos. En la actualidad, por idiota se entiende otras cosas, pero creo que la que mejor se ajusta con el significado antiguo es el de tonto o corto de entendimiento. Y me explico, por si alguno se siente ofendido.

La política y lo que se gestiona desde los ámbitos políticos nos afecta a todas las personas; la administración pública gestiona recursos que son de todos los ciudadanos; os acordáis de eso que "Hacienda somos todos".

Por consiguiente, una actitud de desafección o de desafectación de los asuntos públicos al fin y al cabo es una idiotez, porque te estas despreocupando de asuntos que te afectan en tu vida personal, o incluso porque se está utilizando tu dinero para gastarlo en una u otra cosa sin tu interés. En fin, vamos a intentar ser menos tontos

Voy a intentar a través de las siguientes entradas, dibujar razones para que seamos menos idiotas, y entendamos lo importante de la política. Que la política no se puede reducir al seguidismo de un caudillo que nos guíe como un pueblo ignorante, como muchos les gustaría que fuera. Tenemos una democracia y hay que saber vivirla, y como ciudadanos tenemos que participar activamente en ella, para mantenerla viva y no reducida en un coto privado de caza.

1 comentario:

  1. Muy interesante pero mucho, mucho, mucho. Mis mas sinceras felicitaciones.

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